Más que pintor, me considero un constructor de pinturas. No solo por los materiales que elijo (cemento, gesso, enduído), sino por mi manera de elaborar, de construir, de trabajar en capas. Para lograr esas texturas finales de las obras, realizo varias etapas, en las que incorporo acrílicos, óleos, telas, cerámica, pastas.

 

Siempre trabajo sobre lienzo. Posteriormente, voy deconstruyendo la obra, rascándola, arrancando partes, rompiendo las superficies, para revelar la historia de las capas internas.

 

Conceptualmente, aparecen ideas sobre el deterioro, la aridez y la belleza en la imperfección. Me interesa el arte minimalista, la pintura matérica y el intercambio con artistas contemporáneos del mundo.